Descripción
Toda actividad económica afronta riesgos en su gestión, y de ahí la importancia de una adecuada administración para promover los resultados esperados. Es común que la gestión directiva centre sus esfuerzos en el crecimiento y la eficiencia, dejando de lado la gestión de riesgos a los que inevitablemente se enfrenta y puede determinar el éxito o el fracaso de sus estrategias. Por eso, la alta dirección debe tomar en cuenta a la administración de riesgos como un pilar transversal de la estrategia institucional, especialmente en el caso de entidades financieras, en donde la correcta gestión técnica y legal garantiza un nivel de tolerancia adecuado de riesgos y evita riesgos adicionales.